Los murciélagos, los únicos mamíferos voladores auténticos, son activos durante la noche, pasando el día y todo el invierno en lugares resguardados. Se orientan normalmente por ecolocación, empleando ultrasonidos. La mayoría de ellos vive en árboles huecos y cuevas, pero algunos utilizan los edificios, encontrándose principalmente en desvanes, falsos techos bajo cubierta y zonas similares.
A pesar de una cierta desconfianza y aversión humanas, los murciélagos son huéspedes inofensivos, que no perjudican los edificios. Se alimentan de insectos, a los que cazan durante el vuelo, pero morderán si alguien intenta cogerlos. Normalmente viven en colonias y cuando son numerosos, producirán sonidos crujientes y agudos. Hay una cierta cantidad de disturbios a primeras horas de la noche, justo antes de que salgan los murciélagos volando para cazar.
Los excrementos de estos animales se acumulan debajo de sus lugares de descanso, y pueden llegar a confundirse con los de los ratones, pero pueden distinguirse con un examen más minucioso.
Los murciélagos pueden ahuyentarse de una vivienda o edificio si están sujetos a perturbaciones constantes o a sustancias que les parezcan fuertemente desagradables, pero, con frecuencia, volverán; la única manera eficaz de mantenerlos fuera de los lugares que habitamos consiste en bloquear todos los lugares de acceso.
En las actuaciones que realizamos en Tecnisan relativas a la presencia de plagas de murciélagos, no dañamos en ningún momento a estos animales. Nos encargamos de alejarles de los edificios en los que su número ha llegado a constituir una plaga, así como de los sellados necesarios para que no regresen a los mismos. El control de este tipo de plagas a veces requiere el empleo de medidas de seguridad de trabajo en altura y vertical, plataformas elevadoras, escaleras o andamios, para asegurar una eficacia completa.